martes, 20 de agosto de 2019

La maldición del kahoot semana #4


Llegué a las 8:03 am de la mañana al salón. Al entrar descubrí que ya estaban leyendo las bitácoras. Se me hizo algo extraño, pues lo normal es que la clase comience a eso de las 8:10 am. Me senté y conversamos un poco respecto a los algoritmos que la industria nos presenta. Como ejemplo, el profesor habló sobre Stranger Things. Comentó la manera en que imponen diferentes estilos y gustos en la misma sociedad. Recordé que, en tercer semestre, durante la clase de Teorías de la Comunicación I, hablamos de la manera en que a pesar de que nosotros no vivimos en carne propia los años 80’s/90’s. Sentimos muy personal las experiencias de Stranger Things. Sentimos nostalgia por aquello que no vivimos y, claramente, son los comportamientos que la misma sociedad nos ha inculcado. Nos comportamos como los demás.

Como es habitual leemos tres bitácoras. Mi compañera pochis, Luciana y yo somos las encargadas de mostrar nuestros blogs al resto de la clase. Me sentí un poco extraña cuando leyeron mi redacción. Sin embargo, creo que por fin perdí el miedo a exponer lo que escribo. Como dijo el profesor, no es fácil, pero se debe intentar.
Por lo general, cuando discutimos algún tema en clase, siempre se ejemplifica con videos, frases o lecturas complementarias. La verdad agradezco bastante que sean ejemplos muy visuales. Para ser sincera, soy una persona que aprende más con ejemplos cotidianos y muchas imágenes. Cobos nos muestra un video de uno de mis programas favoritos de NatGeo. “Juegos Mentales”. En el video se muestra la manera en que una persona es capaz de seguir comportamientos, acciones o conductas de las personas que la rodean sin saber los motivos para realizar esa acción. Durante el video reflexiono bastante, pues se explica que la acción de imitar o seguir acciones de las personas que nos acompañan día a día son reflejos que tenemos desde que somos pequeños. En ese momento se me viene a la cabeza un recuerdo de mi adolescencia. Cuando estaba más pequeña, mi hermana menor imitaba absolutamente todo lo que yo hacía. En un principio, me sentía incomoda, sentía que ella solo quería copiarme o algo así, pero con el transcurrir de los años he comprendido que es una de las maneras de aprender, entender y concebir todo lo que la vida nos muestra. Es algo casi que inherente en el ser humano. Seguir la masa.



La explicación tanto del video como de la clase fue algo llamado “Aprendizaje social”. Es decir, que como dije anteriormente, aprendemos de imitar a los demás y así mismo de los mismos errores que cometen los que nos rodean, aprendemos.
Después de ver el video completo, el profesor nos preguntó ¿en el video se puede evidenciar un enfoque cualitativo o cuantitativo? la mayoría contestamos cualitativo, pensamos que, al ser un experimento con un enfoque social, podía llegar a ser cualitativo. Sin embargo, se nos explicó que es de talante cuantitativo. Pues, es un experimento y cualquier experimento es de ese carácter. Además, al ser un estudio donde el investigador no se involucra directamente con la población a estudiar lo hace aún más cuantitativo.
Transcurre la clase y el profesor hace una indicación que me colocan ansiosa y nerviosa a la vez. Dice que después de las primeras exposiciones de mis compañeros, realizará un pre- parcial donde eximirá a ciertos estudiantes del verdadero parcial. Siempre se nos dice que la nota no es lo más importante, que debemos aprender. Pero, seamos sinceros, vivimos en una sociedad donde a pesar de que tú estés aprendiendo y esforzándote por aprender cada vez más, la calificación es un punto que no podemos dejar en el olvido. Lastimosamente.


Nunca será igual escuchar a la misma persona hablando del mismo tema. Es necesario escuchar más puntos de vista, más explicaciones y diferentes perspectivas para poder entender mejor un tema. Es eso lo que hacemos con las exposiciones, puede que ya conozcamos la temática, pero de todas maneras nunca se tiene el suficiente conocimiento como para decir “basta”. Siempre se pueden aprender cosas nuevas.
Es por eso por lo que las exposiciones me parecen muy interesantes. Es conocer la investigación de otra persona, es tener la posibilidad de aclarar dudas de un tema desde la posición de otra persona. Además, que siempre he pensado que de la manera en que una persona prepara una exposición y la presenta quiere decir mucho de su personalidad.


Llega la hora de la verdad, empieza el kahoot que definirá si quedaré exenta del parcial o si, por el contrario, tendré que realizarlo como está estipulado en el Syllabus de la clase. Empiezo muy bien, casi hasta la pregunta 10 estoy de segunda o primer lugar, siento que voy por un muy buen camino. Sin embargo, yo tengo una relación amor odio con Kahoot. Siento que, de la misma presión del tiempo, no nos detenemos a leer, preferimos contestar rápido y luego leer. Es ahí cuando nace la frase “la embarré, era la azul…”. Mientras redacto la bitácora me llega un pensamiento a la cabeza. Durante la clase hablamos mucho de aprendizaje social y de la manera en que imitamos lo que nuestra sociedad realiza. Así es un kahoot. Cuando escuchamos el sonido de rapidez con el que la gente responde las preguntas, entramos en una especie de pánico y decidimos seguir la masa y sus acciones. No nos detenemos un momento a leer y contestar bien, decidimos hacer lo mismo que el resto.

Sigo diciendo que una maldición me persigue los jueves, en el juego se exime a las primeras 5 personas del Kahoot. Quedo en el lugar 6 y con las esperanzas por el piso. No queda otra opción que presentar el parcial.



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